Junio 2020. Tras la pausa del confinamiento, la ciudad volvía a sufrir el ruido, humo y ocupación de los coches. ¿Cómo habíamos vuelto a esta situación, después de haber experimentado las ventajas de una ciudad sin tráfico? La respuesta estaba en ese elemento ubicuo que hacían olvidar todos los aspectos negativos del tráfico rodado: la publicidad.
De modo que creamos Z.A.P.. El lanzamiento sería de cara al Día Mundial sin Coches, el 22 de septiembre. Y en estas nos topamos con una grata sorpresa: en Gran Bretaña un grupo de activistas ha pensado lo mismo, y han pegado 47 diseños críticos con el automóvil en 100 vallas publicitarias por todo el país. Además, piden eliminar la publicidad de los SUV.

La plataforma que lo ha coordinado, Brandalism, tiene una larga trayectoria alterando publicidad, y se nota en las dimensiones de esta acción. Es sintomático que dos ideas tan similares hayan surgido al mismo tiempo. La urgencia está ahí, en la necesidad de repensar el modelo de transporte, en años y años de activismo infructuoso, en el imperativo de abordarlo desde otro punto de vista. La idea de eliminar la publicidad de los coches resonará en la cabeza de muchas personas, solo hace falta activarla. ¡Contamos contigo!
Os dejamos las motivaciones de la campaña de Brandalism y algunas imágenes. Aquí puedes ver el texto original, en inglés.

Por todo el Reino Unido el coche sigue siendo el rey. En nuestras calles, nuestros barrios, en los presupuestos del estado y en la arquitectura urbana, la prioridad es el vehículo privado. Nuestras ciudades sufren de contaminación cada vez mayor, transporte público inadecuado, calles congestionadas y emisiones de gases de efecto invernadero.
La publicidad del motor refuerza el coche como símbolo de estatus. Brandalism ha colaborado con artistas, activistas por un aire limpio y nuevos grupos antipublicidad para crear diseños que parodiasen a las compañías de coches y sus anuncios y que abordasen temas como cultura del automóvil, contaminación del aire, espacio urbano, clase, justicia climática y alternativas de transporte sostenible.

Los posters han sido impresos e instalados por miembros de Brandalism en Birminham, Bristol, Cardiff, Leeds y Londres.
La industria del motor es la séptima que más anuncios tiene en la calle (como las vallas publicitarias) en Gran Bretaña y la contaminación del aire está ya reconocida como una crisis de salud pública. En Europa las marcas de coches usan las vallas para anunciarse a conductores parados en atascos en ciudades altamente contaminadas.

Los anuncios de los coches refuerzan el símbolo de estatus del coche en propiedad, el dominio de la cultura del automóvil y el uso del presupuesto estatal de transporte en construcción de carreteras (30 billones de libras esterlinas en 2018 en el Reino Unido), todo ello cuando necesitamos con urgencia un cambio significativo hacia el transporte sostenible.
La publicidad de los coches suele ser muy engañosa. Muestran coches que recorren la playa o una carreteras de montaña perdida, cuando la realidad es que congestionan nuestras calles y ahogan nuestro aire. También queríamos subrayar que los vehículos eléctricos no resuelven todos los problemas asociados a la cultura del coche. Necesitamos, igualmente, una reducción en el volumen de tráfico.