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Dos ciudades británicas prohíben la publicidad de los coches

Los ayuntamientos de Liverpool y Norwich y el gobierno de la región de North Somerset han presentado proyectos para prohibir la publicidad de productos altamente contaminantes como vuelos, coches de gasolina y diésel y compañías eléctricas que usen combustibles fósiles. Norwich suma también a la lista las apuestas y la comida basura.

Ha ocurrido tras largas campañas de varios grupos activistas, como Adfree Cities, Badvertising y Brandalism. En Norwich, el concejal Jamie Osborne recogió su testigo y, parafraseando el libro El derecho a la ciudad de Henry Lefebvre, argumentó que legislar contra la publididad más perjudicial es esencialmente una cuestión de quién tiene el derecho al espacio público y cómo.

Las ciudades británicas siguen así la estela de Ámsterdam, que a finales de 2020 prohibió la publicidad de compañías de combustibles fósiles y aviación, aunque no de la industria automovilística. Tampoco es que el mayor problema de la capital neerlandesa sean los coches, claro 😀

Son ejemplos inspiradores para España, que nos impulsan a seguir trabajando por nuestro objetivo de eliminar la publicidad de los coches, principal obstáculo para concienciar a la ciudadanía sobre movilidad: dan una imagen amable de los automóviles que refuerza su uso sobre sus efectos negativos. Ayúdanos para que podamos hacer más presión política firmando la petición. ¡Contamos contigo! 👇